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Los rasgos de la personalidad y el liderazgo
Los rasgos de la personalidad y el liderazgo
La teoría de los rasgos del liderazgo fue la base para los estudios en la especialidad del liderazgo, teoría que busca identificar las características que poseen los líderes efectivos. Los investigadores de los rasgos analizaron la personalidad, las capacidades físicas y las características relacionadas con lo social y el trabajo.
La teoría de los rasgos aún se estudia en la actualidad, ya que la investigación empírica del liderazgo se ha convertido en un círculo completo al revisar la creencia original de que los rasgos cumplen un rol en predecir las cualidades del liderazgo y en identificar a los líderes potenciales.
Se ha logrado un avance considerable en el desarrollo de la teoría de la personalidad y los rasgos desde principios de la década de 1990; en esta sección analizamos los rasgos y la personalidad, el modelo de los Cinco grandes de la personalidad, las causas por las cuales fracasan los ejecutivos y los rasgos de los líderes efectivos.
Personalidad
La lista previa de conductas está constituida por rasgos individuales, los rasgos son características personales distintivas. La personalidad es una combinación de rasgos que define el comportamiento de un individuo, la personalidad también influye en las decisiones que tomamos.
Comprender las personalidades de los individuos es importante, ya que afectan el comportamiento, también como lo hacen las percepciones y las actitudes.
Conocer las personalidades contribuye a explicar y predecir el comportamiento de los demás y el desempeño laboral. Para ilustrar con un ejemplo sencillo, si usted sabe que una persona es muy tímida, puede entender mejor por qué es tan introvertida cuando se le presenta a desconocidos. También puede predecir que dicha persona permanecerá callada cuando vaya a lugares y conozca a nuevas personas; asimismo, puede entender mejor por qué la persona no buscaría un empleo como vendedor, y si lo hiciera, el conocimiento de su personalidad podría predecir qué tal persona no sería muy exitosa.
La personalidad se revela con base en la genética y los factores del entorno. Los genes que usted recibió antes de nacer influyen en sus rasgos de personalidad; su familia, amigos, escuela y trabajo también afectan su personalidad.
Factores que configuran la personalidad
- Desarrollo y maduración
- Freud se basó en el estudio de las bases de desarrollo psicosexual durante la infancia y la niñez. Los términos oral, anal y fálico han alcanzado popularidad tanto en los círculos científicos como entre el gran público.
- Piaget prestó particularmente atención al desarrollo cognitivo del niño, y como tal, su contribución puede no considerarse vinculada al estudio global de la personalidad.
- Erikson enfatizó la importancia de las influencias sociales en el desarrollo individual, extendiendo la teoría psicoanalítica y describiendo conflictos específicos a cada uno de los ocho estados de desarrollo del individuo, concebidos como polaridades y tareas.
- Winnicot, Mahler y Fairbairn, entre otros, proponen la teoría de las relaciones objetables amplia desde otra perspectiva, las formulaciones freudianas, y describen el desarrollo psíquico del individuo como una sucesión organizada y compleja de imágenes internalizadas de la relación del individuo con los llamados años significativos a lo largo de su vida, muy en particular en los estados iniciales.
2. Factores prenatales
Es innegable la influencia que los factores genéticos ejercen sobre las características físicas, capacidad intelectual y rasgos de personalidad del individuo. El ambiente prenatal incluye edad materna, hábitos dietéticos, salud y enfermedad, estatus emocional, actitudes, exposición a drogas y radiación.
Algunos estudios sugieren que traumas psicológicos en el feto, o alteraciones en el proceso de parto pueden tener posteriores repercusiones en el desarrollo de la personalidad.
3. Cultura y personalidad
Múltiples trabajos de origen antropológico y psicoanalítico se han ocupado de la relación entre cultura y personalidad. Teniendo en cuenta que la cultura se define como un conjunto de normas, valores y pautas de comportamiento que traducen el “modo de vida” de un grupo, este concepto es un valioso instrumento para analizar la socialización de la personalidad.
En el proceso de aculturación el individuo aprende las formas de comportamiento admitidas por su grupo y tiende a adoptar el tipo de personalidad que se considera en el desarrollo.
La personalidad básica está determinada por las instituciones primarias (familia, instituciones educacionales), que a su vez determinan las instituciones secundarias (religiones, mitos, ideologías, valores).
4. Importancia clínica
Se ha señalado ya que el concepto de personalidad no implica necesariamente la presencia o producción de síntomas clínicos. Sin embargo, su carácter clave en la estructura psicológica del individuo hace que cualquier desorden emocional o mental afecte y se vea afectado por el funcionamiento de la personalidad.
Finalmente, es evidente que existe una psicopatología propia de la personalidad, un conjunto de desórdenes o trastornos que pueden alterar severamente la homeostasis del individuo que reviste características sindrómicas peculiares y que requiere un manejo terapéutico complejo y laborioso.
5. Cambios de la personalidad
Los expertos coinciden en que la personalidad no es una entidad está
tica sino que está sometida a transformaciones, pero discrepan acerca de la cuantía y de los elementos en que se opera el cambio. A veces se describen transformaciones dramáticas de la conducta atribuidas a sucesos importantes, pero por lo general, los cambios son graduales y requieren un periodo más o menos largo de incubación; las transformaciones de la personalidad se realizan dentro de ciertos límites, como los determinados por los factores biológicos, el aprendizaje y otras circunstancias socioculturales.
Por ello, a pesar de los cambios, la persona se experimenta a sí misma
como idéntica a lo largo del tiempo; el cambio de la personalidad es un hecho derivado de las transformaciones fisiológicas y de la experiencia. Los niños se caracterizan por un desarrollo orgánico importante y por una maduración psíquica considerable.
La pubertad implica transformaciones fisiológicas, hormonales y afectivas profundas; y la vejez tiene la experiencia del declive físico, de la enfermedad y de la muerte. Por ello, es explicable que todos estos cambios tengan algún efecto sobre la personalidad.
Las consecuencias de los desórdenes psicopatológicos de la personalidad, entre otras, son la disminución o pérdida de la flexibilidad para actuar coherentemente en el plano interpersonal, conducta meladoptativa derivada de una limitada capacidad de enfrentamiento al estrés provocador, propensión a la ansiedad y la subsecuente descompensación emocional, dificultades ocupacionales e interpersonales. (compete el diagnóstico a un psicólogo)